Rubén De Martino es médico cirujano de profesión. Por eso, con un bisturí, una lima de uñas, una pinza de depilar y una gran habilidad manual construye iglesias de madera balsa en miniatura. Sin utilizar una escala real, sino una escala imaginaria, hace que la obra sea una verdadera pieza artística.
Las obras realizadas, catedrales e iglesias del mundo en volúmenes y cuadros con frentes en relieve, son tomadas de fotografías, dejando las dimensiones y volúmenes a criterio del autor. De esta manera se intenta lograr reproducciones y no réplicas exactas, ya que no se utiliza plano previo alguno.
La imagen es el punto de partida de estas miniaturas. Observa una foto, dibuja un bosquejo que tendrá las proporciones exactas de la futura catedral y luego estructura el frente en una plancha de balsa de 1 milímetro de espesor. De ahí en más, comienza a levantarse el resto del edificio. La obra le lleva, más o menos, 120 horas promedio.
La madera balsa es el único elemento utilizado. De espesores variables que van a 1 a 5 mm, son cortados y pegados dando forma y relieve a la obra. El material de pegamento es la cola vinílica blanca para madera. Las obras en volumen tienen como base mármol. La medida varía según el tamaño de la obra, las cuales oscilan entre 30 y 50 cm. Los cuadros realizados en el mismo material muestran frentes de iglesias y catedrales en relieve de 1,5 cm, cuya base es de terciopelo enmarcados en cedro de 2 x 2 cm. Sus medidas son aproximadamente de 35 x 25 cm.
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